Sin lugar a dudas, Gabriel García Márquez es uno de los grandes novelistas del siglo XX, renovador de la literatura en español y figura indiscutible en el auge del llamado realismo mágico. Es el máximo representante del Boom Latinoamericano. Su importancia como narrador se vio reconocida a nivel mundial en 1982, año en el que le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura.
Pero el 12 de febrero de 1976, la Ciudad de México fue el climax de un incidente que acabó con la relación de amistad entre los dos escritores.
García Márquez se encontraba en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, en donde se estrenaría la película “La odisea de los Andes”, cuyo guion fue escrito por Vargas Llosa.
Cuando el autor de “La fiesta del Chivo” llegó al lugar, García Márquez se abalanzó hacia él, con los brazos extendidos ofreciendo un abrazo y antes de terminar de pronunciar la palabra “hermanito”, fue sorprendido por un puñetazo del peruano.
Vargas Llosa, de manera sorpresiva, golpeó a García Márquez tan fuerte, que éste terminó derribado sobre el piso “¡Esto es por lo que le dijiste a Patricia!”, fue la breve explicación que dio el escritor peruano a su inesperada forma de “saludar” a quien, hasta ese momento, era su entrañable amigo.
