En una reunión en la Casa Blanca con sobrevivientes y padres cuyos hijos fueron muertos o heridos en tiroteos, Trump se dijo abierto a la posibilidad de dar entrenamiento a los docentes en el manejo de armas y permitir que las porten dentro de los centros educativos, con el fin de disuadir posibles ataques, pues desde su punto de vista, un lugar sin armas se vuelve un objetivo para los agresores: “para un maníaco, las zonas libres de armas significan: entremos y ataquemos”, y añadió: “si ustedes tuvieran maestros expertos en armas de fuego ellos bien podrían poner fin al ataque rápidamente”.
A través de Twitter el mandatario escribió: “La historia dice que los ataques a escuelas duran un promedio de 3 minutos. Le toma a la policía y a los primeros que reaccionen un aproximado de 5 a 8 minutos en llegar al sitio del crimen. Bien entrenados, expertos en armas, Maestros y entrenadores solucionarían instantáneamente el problema, antes de que llegue la policía. Gran agente de disuasión”.
Estas declaraciones se han dado en un panorama en el que miles de alumnos se han manifestado en contra del uso de las armas, exigiendo que las autoridades legislen sobre el control de las mismas. Y es que, en lo que va del 2018, ya suman 13 tiroteos que se han registrado en centros educativos de Estados Unidos. Cifras alarmantes.
Con información de BBC Mundo.
