Miles de habitantes de todas las religiones acudieron el martes a la misa del papa en la plaza central, cerca del lugar donde nació la Madre Teresa.
El papa Francisco llegó este martes a Macedonia del Norte a las 8:15, donde fue recibido por el presidente Gjorge Ivanov y el primer ministro Zoran Zaev.
Zaev es el artífice del reciente acuerdo con Grecia, que puso fin a un largo litigio entre los dos países.
En el momento de su arribo, la capital del país se hallaba cubierta de fotos del pontífice sonriente, donde elogió el patrimonio y la “composición multiétnica y multireligiosa” de este país, fruto, según el papa, de “una historia rica y también compleja de relaciones entretejidas en el curso de los siglos”.
El papa destacó también “el generoso esfuerzo realizado” por “parte de las autoridades, con la valiosa contribución de varias organizaciones internacionales como Cruz Roja, Cáritas y algunas ONG, para socorrer a un gran número de refugiados provenientes de diferentes países de Oriente Medio”.
Después de la misa, el Papa se trasladó en coche hasta la sede de los obispos, Skopie, tierra natal de la Madre Santa Teresa, nacida en 1910, entonces bajo tutela del Imperio Otomano.
Previo a su visita el Papa dio un mensaje de video donde dijo que era “una valiente misionera de la caridad de Cristo en el mundo, dando consuelo y dignidad a los más pobres entre los pobres”.
Francisco le dedicó una plegaria en su memorial, en presencia de representantes ortodoxos, musulmanes, judíos y metodistas.
En Macedonia del Norte, al igual que en Bulgaria empieza la primera etapa de la visita del Papa a los Balcanes. En este país los ortodoxos son mayoría, representados por alrededor de dos tercios de la población; el otro tercio lo componen los musulmanes, principalmente procedentes de la comunidad albanesa. Los católicos son una pequeña comunidad representada por menos del 1 por ciento de los 2,1 millones de habitantes del país.
