El coronavirus incrementó el número de personas pobres en México y pese a los programas que el gobierno ha implementado estos no han abastecido a la población ya que al no contar con el ingreso económico no han podido pagar sus viviendas de las cuales cientos de personas se quedaron sin trabajo e ingresos y no tuvieron más opción que dejar su vivienda.
Según la Secretaría de Bienestar de la Ciudad de México, 6 mil 754 personas forman parte de la población callejera en la capital de los cuales
- 4 mil 354 duermen en la calle y otros
- 2 mil 400 en diferentes albergues.
Pero estos son datos forman parte del 2017, por no que no hay un registro actualizado aunado a las personas que pasarían a ser parte debido a la crisis provocada por el coronavirus.
El albergue de Coruña cuenta con espacio para 650 personas, pero este fue sobrepasado en los primeros meses la contingencia por lo que el gobierno habilitó dos albergues emergentes:
- el Deportivo Reynosa de la alcaldía Azcapotzalco, para 700 hombres adultos
- Villa Mujeres, para 45 adultas que podrían compartir espacio con uno de sus hijos menores de edad, en la Gustavo A. Madero.
Este es el caso de Andrés Hernández Tolentino quien la pandemia lo dejó sin empleos pues sus 13 años en una empresa no fueron suficiente pues su jefe ni se molestó en avisarle que cerraría y mucho menos le fue pagado alguna compensación y al no poder pagar la renta el cajero lo desahucio por lo que el junto a esposa y sus dos hijos, de 14 y 8 años tuvieron que comenzar a vivir en la calle. Ahora ella se encuentra refugiada en Hidalgo mientras que el duerme en las calles y cada mañana se alista para poder conseguir un empleo y no dejar que sus hijos tengan que pasar por lo que el.
La Ciudad de México dispuso de tres programas a fin de ayudar a las personas que quedaron sin trabajo sin embargo estos apoyos ya se encuentran cerrados.
- El seguro de desempleo
- apoyo a quienes perdieron su empleo debido a la pandemia
- “Apoyo Emergente a Personas Trabajadoras No Asalariadas residentes y a Personas Trabajadoras Eventuales”
Miles de personas continúan como Andrés con la esperanza de encontrar algún empleo que los ayude a “regresar a la normalidad”
