Yan Cheng era un joven de 17 años confinado en una silla de ruedas debido a una discapacidad motora cerebral, cuya madre murió unos años antes, no podía hablar, no podía caminar ni comer solo. Sin embargo su padre Yan Xiaowen, debido a una fiebre, fue puesto en cuarentena el 22 de enero junto a su hijo menor de 11 años quien sufre de autismo en Hong’an, en Hubei (centro), provincia central del epicentro del brote de neumonía viral, al mismo tiempo fue diagnosticado positivo al nuevo coronavirus, por lo que publicó una llamada de socorro desesperada en una red social para que alguien se ocupara de su hijo.
Como precaución, llamó a un grupo benéfico local llamado Snail Home, así como al Provincial de Personas Discapacitadas de Hubei en busca de ayuda.
Zhu Wenqin, portavoz de Snail Home, dice que pidió a los funcionarios locales que alimentaran a Yan Cheng todos los días. Las autoridades le dijeron que lo habían alimentado una vez el 24 y otra el 26. La tía de Yan Cheng afirma que ella trajo comidas para el niño el 23 y una vez el 24, también le cambió el pañal ese mismo día. Sin embargo, cuando la mujer lo visitó el día 28, dijo que estaba en una “mala condición”.
La tía dijo: “Se tumbó en el sofá con la cabeza sin apoyo. Había cosas sucias alrededor de su boca, en su rostro y en su edredón”.
Sin embargo, el joven falleció el 29 de enero en la comuna de Huajiahe donde residía, según un comunicado emitido por las autoridades de Hong’an. El caso provocó protestas en la red social china Weibo, equivalente a Twitter y Facebook
