Desde inicios de la pandemia se suspendieron las actividades no esenciales y pese a que en semáforo naranja se han abierto más actividades una de las indicaciones que continúa es el evitar el aglomeraciones de personas y fiestas, sin embargo esto no ha sido suficiente ya que a las autoridades se les ha dificultado la detención de las fiestas clandestinas durante la pandemia.
Desde el inicio de la pandemia a la fecha, la procuraduría ha recibido 2 mil 453 llamadas, de las cuales el 63% fueron para denunciar fiestas.
En Iztapalapa se registraron 245, lo que representa a 10%; le sigue la Gustavo A. Madero, con 8.9%; Cuauhtémoc, 8%; Benito Juárez, 7.1%; Coyoacán, 6.7%, y Azcapotzalco con 7.4%.
“Iniciaron a principios de mayo, algunos fuimos a decirles que le bajaran, porque el ruido era muy alto e incluso vibran las ventanas; los policías nos dijeron que no les abrían la puerta y que no podían hacer nada porque era algo vecinal. Hablamos a la alcaldía, tampoco nos resolvieron; a la Procuraduría Social y que no hay actividades. Otros policías nos dijeron que sólo nos quedaba pedirles que le bajaran a su ruido, pero no hacen caso, todos los fines de semana es lo mismo”, denunciaron vecinos.
El número de quejas sobre fiestas ha sido muy alto sin embargo las autoridades capitalinas ha dado la indicación que solo sean suspendidas las actividades sin ningún tipo de sanción, motivo por el que pudiera ser que los capitalinos continúan realizando fiestas clandestinas.
“La dependencia no puede sancionar, pero sí recomendar, la Secretaría de Seguridad Ciudadana aclaró que si bien pueden ingresar, con esta circunstancia no pueden deshacer la fiesta pues no es delito” procuradora social, Patricia Ruiz Anchondo,
