La lluvia que se registra en el este de Australia ayudó a extinguir la mayoría de los incendios que se registraban en esta región, sin embargo, las llamas continúan devastando el sur y sureste del país.
“Continúa lloviendo en algunas de las regiones donde había incendios”, dijeron, felicitándose porque las precipitaciones y el descenso de las temperaturas ayudan a contener los focos de incendio aún activos.
De acuerdo a autoridades, se registran 75 focos de incendio frente a los 100 que había hace algunos días, según portavoces de los servicios de bomberos de Nueva Gales del sur, el más afectado por las llamas.
En el Estado de Queensland, fue tan intensa la lluvia que se produjeron inundaciones y el cierre de carreteras. No se registró ninguna víctima.
Después de un largo periodo de sequía y de temperaturas excepcionalmente altas, el viernes comenzó a llover en algunas regiones de Australia y el país parece pasar de un extremo a otro, ya que las precipitaciones podrían ser las más intensas en los últimos 10 años.
En la isla Canguro, un refugio para la fauna y la flora situado al sur, las llamas han matado a buena parte de los koalas, pájaros y ciertos tipos de marsupiales.
