Amber y Robert Helm acababan de poner la pizza en el horno cuando comenzaron a notar que la habitación se estaba llenando de humo y que un horrible olor impregnaba el aire.
“Miré de cerca y dije ‘¡oh Dios mío!, eso es una maldita serpiente'”, expuso Amber
Yo estaba mareado y fue perturbador… El olor no era bueno”, recordó Robert.
La serpiente medía alrededor de 46 centímetros y tenía un diámetro de un cuarto. Desde el incidente, Amber y Robert Helm han preferido no usar el horno, pese a que lo han limpiado exhaustivamente, y planean llamar a un experto en animales para que determine de dónde vino la serpiente y cómo terminó en el horno.
Comentarios de Facebook