El espectacular robo del museo de Dresde , que en pocos minutos se llevaron joyas del siglo XVIII de un valor “inestimable”, está siendo investigada por la policía alemana
De acuerdo a los avances, la policía no dispone de “ninguna pista” que permita identificar a los autores, reconoció una portavoz de la institución.
Cabe resaltar que en sus labores esforzadas, las autoridades seguían buscando el martes restos de ADN y registraban un aparcamiento en el que supuestamente los ladrones quemaron un coche utilizado para huir, indicó la policía en un comunicado.
Según los medios alemanes, este se considera como el robo más importante de obras de arte desde la Segunda Guerra Mundial, el hurto se produjo en la madrugada del lunes por al menos dos ladrones.
Es preciso comunicar que las joyas formaban parte del museo Grünes Gewölbe (Cúpula Verde), situado en un castillo de esta ciudad barroca de la antigua RDA, que cuenta con una de las colecciones de tesoros más importantes de Europa.
En escaso margen de tiempo, los malhechores lograron un botín de joyas y piezas realizadas con piedras preciosas, en particular una espada que tenía engastados nueve grandes diamantes y 770 más pequeños, en oro y plata, según fotos publicadas por la policía.
En el botín también figuran una charretera con más de 200 diamantes y una hebilla con más de 600 brillantes. La directora de las colecciones de arte del Estado de Dresde, Marion Ackermann, explicó el lunes que lo robado tiene un valor histórico y cultural “inestimable” y no se puede cifrar en dinero.
Para conocimiento del público, los ornamentos son tan conocidos que son invendibles tal como están por lo que la única forma es que sean desmontadas para venderlas separadamente. “Lo que resulta inquietante”, dice Ackermann.
Tobias Kormind, director del minorista de diamantes británico 77diamands.com, estima en cambio que los ladrones fueron poco sofisticados. “Fue un robo más bien torpe. Si hubiera sido planificado de forma minuciosa, habrían sido mucho más sofisticados”, explica.
Según los datos históricos en el ámbito de los robos escandalosos, se trata del segundo más importante en Alemania en los últimos años después de que en 2017, una moneda de oro de 100 kilos, valorada en unos 3.75 millones de euros, despareció del museo Bode de Berlín sin dejar rastro.
