Dentro de los pasillos de la Central de Abasto (CEDA) de la Ciudad de México, la mayoría de los capitalinos recorren el lugar sin cubrebocas y sin guantes, ya sea una persona por familia o varios miembros.
También en los puestos de comida se olvidan de la Sana Distancia, además de que los que atienden los puestos muestran sus cubrebocas cubriéndoles la garganta, ninguno de ellos lo trae puesto como es debido.
Debido a que ya se han detectado 25 casos de personas contagiadas y dos personas fallecidas en la Central, Ulises García Nieto, directos general de la Ceda, anunció “drásticas medidas sanitarias” aunque esto no parece importarles a quienes trabajan y asisten al lugar.
Los locatarios ignoran las 200 carpas de triage para detectar contagiados de COVID-19 y también no hicieron caso de las 120 lonas que se instalaron en espacios estratégicos aunque en la nave de frutas y verdudas nada de eso ha sido instalado.
