Desde que desaparecieron los dinosaurios, la Tierra ha envejecido 114 años más que el Sol. Este hecho lo predijo el científico Albert Einstein en su famosa Teoría de la Relatividad. A este principio lo llamó la “dilatación del tiempo” y consiste en describir cómo un cuerpo con mucha masa es capaz de curvar el espacio-tiempo.
Pues bien, un siglo después, un experimento realizado desde hace más de 40 años en el Observatorio del Teide ha logrado demostrar que Einstein tenía razón.
Gracias a las observaciones realizadas en el Teide se ha podido desarrollar un conjunto de técnicas que han permitido medir los patrones de velocidad entre el Sol y la Tierra y esto ha permitido, a su vez, analizar con gran precisión una de las predicciones de la Teoría de la Relatividad: la dilatación del tiempo.
En concreto, los resultados de las mediciones indican que si una persona observara desde la Tierra un reloj en el Sol, vería que después de un año terrestre, ese reloj estaría retrasado un minuto.
“Desde que desaparecieron los dinosaurios hasta la actualidad, la Tierra ha envejecido 114 años más que el Sol. ¡Alucinante, pero real!”, según explica el científico Antonio Eff-Darwich en el artículo que ha publicado en una revista especializada, “Hipótesis”.
De hecho, continúa explicando este investigador, “el tiempo transcurre más despacio en la zona de influencia de un cuerpo con mucha masa”. Y, por lo tanto, el tiempo cerca del Sol (un cuerpo con una masa descomunal) debe transcurrir más despacio que cerca de la Tierra si se mide desde la Tierra.
