La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia acordaron un recorte de producción de 10 millones de barriles por día, a partir del 1 de mayo.
Este plan ha sido calificado como el mayor acuerdo de suministro en la historia y equivalente a aproximadamente 10 por ciento de la demanda anterior a la crisis, luego de la presión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Los recortes disminuirían con el tiempo, terminando en abril de 2022, según lo estipulado.
Arabia Saudita y Rusia, los dos mayores impulsores del acuerdo, acordaron reducir unos 5 millones de barriles diarios. Otros productores acordaron eliminar 5 millones de barriles diarios adicionales.
Por su parte, el secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, describió el coronavirus como una “bestia invisible” que había creado una perspectiva de oferta y demanda “horrible” para la industria petrolera “más allá de todo lo que hemos visto antes”.
De acuerdo con fuentes de Dow Jonez Newswires y Bloomberg, México aceptó el recorte de producción de crudo propuesto por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+).
Los miembros del grupo y otros productores buscan hacer frente a la baja demanda de crudo que se prevé para los siguientes meses y que amenaza con un colapso mayor de los precios.
Después de que Arabia Saudita y Rusia llegaron a un consenso para recortar la producción, los pequeños productores, entre ellos México, y los asiáticos Kazajistán y Brunéi se mostraron renuentes para unirse a la medida.
Arabia Saudita y Rusia acordaron disminuir la extracción de crudo, pero también pidieron que las demás naciones productoras se unan a la medida.
