En Cuerámaro, Guanajuato, una manifestación que se salió de control y se tornó violenta, dejó varios destrozos en la casa de la presidenta municipal, Ana Rosa Bueno, además de grandes daños en la vivienda de un presunto agresor que atropelló a cuatro menores de edad el pasado fin de semana.
El altercado se dio tras el sepelio de cuatro jovencitas que el pasado domingo fueron embestidas por una camioneta conducida a exceso de velocidad por un menor de edad, en estado de ebriedad; quién fue puesto libertad.
Aproximadamente 300 manifestantes llegaron primero a la presidencia municipal de Cuerámaro donde intentaron ingresar por la fuerza para pedir a la funcionaria una justificación sobre la puesta en libertad del agresor.
Al no lograr su cometido optaron por dirigirse al domicilio de la persona que atropelló a las cuatro menores para ocasionar destrozos.
De igual forma, los inconformes caminaron hacia la casa de la alcaldesa, ubicada en la calle Josefa Ortiz de Domínguez, donde también ocasionaron daños e incendiaron una motocicleta.
Los manifestantes fueron dispersados minutos después por la policía estatal y Guardia Nacional.
Varios hombres fueron detenidos y puestos a disposición de autoridades correspondientes.
