El británico Lewis Hamilton fue profeta en su tierra. El piloto de Mercedes Benz consiguió cruzar la línea de llegada pese a que uno de sus cuatro neumáticos sufrió un pinchazo en la última vuelta del Gran Premio de Gran Bretaña, donde sumó su séptimo triunfo de su carrera.
Hamilton corrió las últimas dos vueltas con un neumático dañado. El piloto de Mercedes Benz dominó de punta a punta la carrera, pero fue hasta la parte final del Gran Prix cuando tuvo problemas con su neumático izquierdo delantero, luego de que se rozara con el monoplaza de su equipero Valtteri Bottas.
El circuito de Silverstone tiene esa característica aerodinámica, que hace que los neumáticos sufran más de lo normal. Pero nadie pensaba que pasaría algo así, con tres pinchazos en los hombres de arriba, en el mismo neumático y a falta de apenas dos vueltas.
“Hasta la última vuelta todo iba bien, Cuando me dijeron que el neumático de Valtteri estaba roto, miraba el mío y estaba bien, y en la recta en la última vuelta se había desinflado, y vi cómo se salía la llanta. Estaba rezando para poder pasar la línea de meta, quizá deberíamos haber parado cuando vimos esos problemas”, dijo Hamilton tras la carrera.
Por su parte, Max Verstappen señaló: “Creo que en carrera han sido demasiado rápidos, estoy contento con el segundo lugar. He hecho una buena carrera gestionando los neumáticos y siguiendo mi ritmo”.
El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) subió d enuevo al podio desde que terminó tercero en el Gran Premio de Austria. Por su parte, Nico Hulkenberg (Racing Point), quien sustituyó al mexicano Sergio Pérez, no pudo correr debido a problemas de su auto.
