En Islandia ya existía un Museo del Pene, ahora en Londres se acaba de inaugurar su análogo.
Este Museo de la Vagina esta llamado a acabar con todas las ideas preconcebidas en torno al sistema sexual femenino.
La comunicadora científica Florence Schechter, quien posee un canal de ciencia con millones de visitas y ha trabajado como presentadora de televisión, decidió crear un espacio seguro donde se pueda dar a conocer el sistema sexual femenino, debido a que según las estadísticas, el 65% de las mujeres entre 16 y 25 años reconocen tener problemas con las palabras “vagina” y “vulva”.
Más de la mitad del público británico no saben describir la función ni identificar visualmente la vagina (52%), los labios (47%) o la uretra (58%). Y el tercero: más de un cuarto de las inglesas entre 25 y 29 años se sienten tan avergonzadas de realizarse las pruebas que sirven para detectar de cáncer cervicouterino.
A Schechter se le ocurrió dar por fin un espacio estable al centro tras estar desde 2017 organizando exposiciones itinerantes relacionadas con la vagina. Durante las mismas, se dio cuenta de algo: “La gente está desesperada por saber más de estos asuntos, ya que es algo que les importa, pero luchan por encontrar un espacio seguro e inclusivo en el que tener estas conversaciones”, afirma.
El museo que cuenta con entrada gratuita los siete días de la semana fue construido gracias a más de mil aportaciones individuales que han logrado sumar 60 mil euros aproximadamente (1,280,407.62 pesos mexicanos).
El Museo de la Vagina pretende romper con las mentiras generadas en torno a esta parte del cuerpo a través de los siglos.
“Los mitos y leyendas que rodean a la anatomía ginecológica han perpetuado una ‘norma’ según la cual esta zona del cuerpo debería verse, oler y saber de cierta manera, y hasta cómo sus dueños y el resto deberían interactuar con él. Esto, cuando se añade a una falta de conocimientos anatómicos básicos, deja a la gente con vaginas y vulvas en el preocupante escenario de no saber cómo relacionarse con sus cuerpos. Mi esperanza es que esta exposición marque el inicio de ese cambio de mente, y comience una conversación al respecto”, defiende Sara Creed, comisaria museo.
