Policía británica informó el hallazgo de 39 cadáveres, 38 adultos y un adolescente, en el contenedor de un camión en Grays, Essex.
El conductor, un hombre norirlandés de 25 años de edad, fue detenido como sospechoso de asesinato.
Hasta el momento se desconoce la nacionalidad de los fallecidos o algún otro dato sobre ellos.
La investigación apunta que habrían traído a los ocupantes del camión desde Bulgaria.
Las personas fueron halladas en condiciones “absolutamente horrendas”, dijo Richard Burnett, consejero delegado de la Sociedad de Camiones de Carretera. Las cámaras frigoríficas son “oscuras e increíblemente frías” y pueden llegar a alcanzar los 25 grados bajo cero.
“Estamos en el proceso de identificar a las víctimas, pero ya puedo anticipar que puede ser largo. Creemos que el tráiler vino desde Bulgaria y entró en el país a través a de Holyhead el pasado sábado 19 de octubre, pero seguimos trabajando con el resto de fuerzas para continuar la investigación”, ha asegurado el superintendente Andrew Mariner.
“El trafico de personas es un negocio vil y peligroso”, ha lamentado la diputada por Thurrock, Jackie Doyle-Price, que espera que la policía sea capaz de “llevar a los asesinos responsables ante la justicia”.
El suceso ya recuerda al incidente que tuvo lugar en junio del 2000 cuando se encontraron los cuerpos de 58 ciudadanos chinos en el contenedor de un camión en Dover. El conductor, que en aquél caso fue un hombre de 33 años y de origen holandés, fue condenado al año siguiente a 14 años de prisión por homicidio involuntario y en el marco de una operación contra una mafia china dedicada al tráfico de seres humanos.
