Decenas de personas grabaron con sus celulares el cadáver del joven Iraquí de 16 años siendo pateado y arrastrado por la calle para posteriormente colgarlo sobre ellos en una plaza en el centro de Bagdad.
Las circunstancias exactas del derramamiento de sangre del jueves pasado no son del todo claras, y circularon varias versiones durante el día.; una de las versiones fue que la violencia comenzó cuando el joven armado abrió fuego en la plaza Wathba de Bagdad, matando a dos propietarios de tiendas y a cuatro manifestantes. Agentes de seguridad dijeron que la policía buscaba al adolescente por narcotráfico y que en ese momento huía de las fuerzas de seguridad
Y partir de fuentes locales, hablan de algo completamente distinto, ya que mencionan que Haitham había pedido a los manifestantes que no quemasen neumáticos delante de su casa, porque sus familiares se intoxicaban con el humo, y pidió que lo hicieran más lejos,
“¡Es un Jocker, es uno de la Resistencia!”, gritaron los revoltosos. La madre trató de calmar a la multitud, pero recibió una paliza. Buscando proteger a su madre, Haitham tomó una Kalashnikov y efectuó algunos disparos, sin matar a nadie.
En ese momento, los revoltosos lo acusaron de ser un infiltrado, un Jocker, y se produjo el horrendo crimen, que fue filmado orgullosamente con los teléfonos celulares
Un “Jocker”, epíteto que en Irak denomina a los que forman parte de una “Quinta Columna a sueldo” de los americanos, que siembra el desorden en las manifestaciones, matando o disparando indiscriminadamente sobre los manifestantes y las fuerzas del orden, para crear caos y más violencia.
Sin embargo, en otros videos puede verse a las fuerzas de seguridad con las armas desenfundadas rodeando una casa donde el adolescente se había refugiado, lo que deja entrever que posiblemente lo mató la policía.
Sin embargo a pesar de las diferentes versiones deja ver uno de los hechos atroces realizados por personas que estos actos sangrientos perpetrados por grupos no identificados han inquietado a los manifestantes y mermado su confianza en la habilidad de las fuerzas de seguridad estatal para protegerlos.
El influyente clérigo chií Muqtada al-Sadr calificó de “terroristas” a quienes mataron al joven y advirtió que, si no son identificados en 48 horas, ordenará a su milicia Saraya Salam que salga de la plaza.
Los miembros de las Saraya Salam (‘Brigadas de Paz’) han sido desplegados para proteger a los manifestantes. La gente los llama “los gorros azules”.
