Para realizar compras por Internet y enviar los productos a la dirección del titular de la tarjeta para luego recogerlos, sin que se percaten de esta estafa, los ciberestafadores pueden utilizar números de tarjetas de crédito caducadas.
Pueden verse comprometidas incluso si están caducadas, todas aquellas tarjetas bancarias añadidas por los usuarios en cualquier plataforma para realizar compras ‘online’, como por ejemplo Amazon.
Esto se debe a que si un comerciante tiene un acuerdo con un emisor de tarjetas y acepta arriesgarse, “pueden darles luz verde para utilizar tarjetas que técnicamente no se consideran válidas”.
Según ha explicado el experto en consumo Clark Howard al portal especializado Life Hacker, esto se debe a que si un comerciante tiene un acuerdo con un emisor de tarjetas y acepta arriesgarse, “pueden darles luz verde para utilizar tarjetas que técnicamente no se consideran válidas”.
Howard ha referido que el sistema está establecido sabiendo que puede haber algún fraude”, añadiendo que el riesgo que se asume es muy pequeño comparado con la cantidad de ingresos que puede tener una página web al permitir compras de clientes que no han actualizado su información de pago.
Las personas que participan en estas estafas por Internet “generalmente saben qué compañías están dispuestas a asumir el riesgo, como Amazon, y cuáles no”, ha declarado Howard.
De acuerdo a la mecánica de este acción fraudulenta, una vez el estafador encuentra una tarjeta caducada que funciona, hace un pedido al nombre del titular y va rastreando cada paso del paquete.
Posteriormente aparece otra etapa, cuando llega, el estafador o uno de sus compinches recogerá el pedido. Sin embargo, si llegan a despistarse, los usuarios titulares de la tarjeta empezarán a recibir productos que no han comprado.
Cabe señalar que de acuerdo a este tipo de fraude, un vendedor ‘online’ externo de una plataforma como Amazon compra sus propios productos a través de cuentas de compradores falsas, mientras los productos se envían a una dirección real, este fraude es muy semejante a uno conocido como ‘brushing.
