Luego de la detención de Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional (Sedena) durante la pasada administración, acusado de narcotráfico y lavado de dinero, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una depuración en las Fuerzas Armadas.
Sobre los actuales mandos de las fuerzas castrenses, el primer mandatario señaló que, durante el cambio de gobierno, aun cuando Cienfuegos le presentó una terna para que de ahí eligiera al nuevo titular de la Sedena, el actual secretario, Luis Cresencio Sandoval, no estaba entre las propuestas de su predecesor.
Apuntó que él mismo realizó una investigación sobre Sandoval y Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina. “Investigué sobre sus antecedentes, su honorabilidad, y los dos se caracterizan por ser incorruptibles”, subrayó.
Y reiteró que todos los que resulten involucrados en el caso del general Cienfuegos, que estén actuando en el gobierno, en la Sedena, van a ser suspendidos, retirados y, si es el caso, puestos a disposición de las autoridades competentes.
Afirmó que las acusaciones de presuntas actividades ilícitas contra Cienfuegos no debilitan a la Secretaría de la Defensa Nacional. Dijo estar convencido de que las Fuerzas Armadas son instituciones fundamentales para México y que este tipo de acontecimientos no las afectan.
