El esperado duelo entre Haaland y Lewandowski lo decidió Kimmich. Fue su diestra de oro la que solventó el clásico del fútbol alemán y, muy probablemente, también la Bundesliga. La victoria por 1-0 del Bayern Münich deja la Bundesliga prácticamente sentenciada.
Ya son siete puntos los que separan a los dos gigantes del fútbol germano, una diferencia que se antoja imposible de remontar a falta de tan solo seis jornadas para el final.
Kimmich supo qué hacer en el momento en que más duele: a dos minutos del descanso. Controló el balón a escasos metros del área y se deshizo de un rival cuando vio algo de reojo: Bürki no estaba donde tenía que estar, bajo palos, sino algo adelantado. “La picó”, metió toda la picardía que lleva dentro. Y el balón voló. Bürki se estiró todo lo que pudo, pero no fue suficiente, lo rozó, pero entró, un poema de gol.
El Bayern acaricia su octava ensaladera consecutiva en la Bundesliga.
