Las cabinas telefónicas, que durante décadas formaron parte del paisaje urbano y fueron clave para la comunicación cotidiana, hoy se han convertido en estructuras obsoletas que ocupan espacio sin cumplir su función. Ante este escenario, el Congreso de la Ciudad de México hizo un llamado para avanzar en su retiro y desmantelamiento, con el objetivo de mejorar el entorno urbano y devolver funcionalidad al espacio público.
El exhorto fue dirigido a la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones y a las 16 alcaldías de la capital, a fin de que coordinen acciones para eliminar aquellas casetas que se encuentran abandonadas, vandalizadas o fuera de uso. De acuerdo con el diputado Israel Moreno Rivera, del Partido Verde Ecologista de México, el acelerado avance tecnológico, especialmente el uso generalizado de teléfonos celulares e internet, volvió innecesarias estas estructuras.
El legislador explicó que el desuso se intensificó tras la pandemia, periodo en el que muchas cabinas quedaron en completo abandono. Actualmente, lejos de prestar un servicio, representan un problema para la ciudad: obstruyen banquetas, afectan la movilidad peatonal, bloquean rampas para personas con discapacidad y deterioran la imagen urbana. Además, algunas se han convertido en focos de basura o vandalismo.
Moreno Rivera recordó que en legislaturas anteriores ya se había planteado la necesidad de retirarlas, sin que el proceso se concretara de forma integral. Insistió en que su eliminación no solo permitiría liberar espacios, sino también contribuir a una ciudad más segura, accesible y ordenada.
La discusión abre una reflexión más amplia sobre cómo las ciudades deben adaptarse a los cambios tecnológicos. Mantener infraestructura obsoleta no solo es ineficiente, también limita la posibilidad de construir espacios públicos acordes con las necesidades actuales de quienes habitan y transitan la capital.
