La extorsión se convirtió en un nuevo frente prioritario dentro de la estrategia de seguridad del Valle de México. Así lo anunció la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada Molina, al encabezar la Cuarta Reunión Metropolitana de Coordinación Interestatal, un encuentro en el que autoridades de distintas entidades acordaron fortalecer el trabajo conjunto frente a los delitos que más afectan a la población.
Desde el Museo de la Ciudad de México, Brugada señaló que los gobiernos estatales decidieron relanzar la coordinación metropolitana para enfrentar la extorsión, al tratarse de un ilícito que impacta de manera directa en familias, comerciantes y trabajadores. El objetivo, subrayó, es avanzar hacia una reducción sostenida mediante acciones coordinadas que trasciendan las fronteras administrativas.
Como parte de esta estrategia común, se planteó reforzar las revisiones en centros penitenciarios, ampliar el uso de inhibidores de señal y mejorar la coordinación entre áreas de seguridad, inteligencia y procuración de justicia. Además, las entidades participantes avanzan en la revisión de sus marcos legales para homologar códigos penales y fortalecer sanciones, con base en reformas recientes.
Acompañada por las gobernadoras del Estado de México, Morelos y Guerrero, así como por el gobernador de Puebla y representantes de Hidalgo y Tlaxcala, la mandataria capitalina propuso la construcción de un pacto metropolitano contra la extorsión que consolide la cooperación interinstitucional y el intercambio de experiencias exitosas.
Durante la reunión también se destacaron los resultados del trabajo conjunto en el combate al robo de vehículos, delito que dio origen a estos encuentros. De acuerdo con las autoridades, en lo que va del año se registró una reducción promedio del 20 por ciento en las entidades participantes.
Entre los acuerdos complementarios figuran la regulación del uso de casco y chaleco para motociclistas, la ampliación de arcos detectores y el impulso a un C5 Metropolitano que permita compartir información en tiempo real. El mensaje fue claro: frente a delitos que no respetan límites territoriales, la coordinación regional dejó de ser opcional y se convirtió en una necesidad permanente.
