La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo salió al paso de las críticas sobre la iniciativa de reforma a la Ley de Amparo, y negó que ésta elimine derechos ciudadanos o limite las suspensiones provisionales frente a actos de autoridad. En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria calificó como “absolutamente falso” que el gobierno busque debilitar los mecanismos de defensa legal de las personas.
“Quien diga que el gobierno le está quitando el derecho al ciudadano de ampararse es falso. Quien diga que le está quitando el derecho de la suspensión provisional es falso. Absolutamente falso”, recalcó Sheinbaum, en respuesta a las críticas de juristas y organizaciones civiles.
Según explicó, el espíritu de la reforma es preservar la esencia del amparo: una herramienta que protege al ciudadano frente a posibles abusos de autoridad. Sin embargo, advirtió que su uso se ha distorsionado en algunos casos, al convertirse en un medio para frenar políticas públicas o decisiones de interés general, y no sólo para salvaguardar derechos individuales.
“La propuesta no elimina el amparo; garantiza su función original. Si una persona es acusada o afectada por un acto de autoridad, seguirá teniendo derecho a obtener una suspensión que impida la ejecución del acto hasta que se resuelva el fondo del caso”, aclaró la presidenta.
La iniciativa, que ha desatado un intenso debate en el ámbito jurídico y político, busca impedir abusos en el uso del recurso, especialmente cuando se promueve para obstaculizar proyectos de gobierno o decisiones administrativas.
Pese a las advertencias de posibles retrocesos en materia de derechos humanos, Sheinbaum insistió en que la reforma “protege a la ciudadanía y respeta plenamente el Estado de derecho”, al tiempo que busca hacer más ágil, eficaz y transparente el sistema judicial mexicano.