La Jefatura de Gobierno anunció el arranque del programa Conectividad Subterránea: Pasos de la Utopía, enfocado en renovar los bajopuentes de Calzada de Tlalpan y convertirlos en corredores seguros que enlacen el oriente y poniente de la capital. La apuesta no sólo contempla mejorar el tránsito peatonal, sino integrar más de 300 actividades culturales, deportivas, educativas y de bienestar que se sumarán a la actividad económica de los comercios establecidos.
Para avanzar en la recuperación de estos espacios, las autoridades firmaron convenios con las y los locatarios que los ocupaban. De forma simbólica entregaron las llaves de sus locales, confiando en volver una vez concluidas las obras. El proyecto abarca más de 3 mil 600 metros cuadrados, donde se revisará estructura, seguridad y condiciones técnicas antes de intervenir cada punto.
La propuesta contempla desde salas de infancias, comedores y lavanderías populares, hasta talleres de cuidados y servicios de rehabilitación. También se habilitarán áreas de atención psicológica, Casas de Día, espacios de cuidado personal y módulos de salud preventiva, salud mental y orientación sexual y reproductiva. Se sumarán zonas sensoriales, cineclub, salas de danza, áreas de lectura y un corredor cultural coordinado con la Universidad de las Artes.
El componente ambiental incluye un Ecotúnel que conectará productores del suelo de conservación con consumidores urbanos, acompañado de murales, muros verdes, talleres y venta de productos locales. Además, se instalará una tienda del programa Del Campo a la Ciudad para promover comercio justo.
Las obras serán ejecutadas por Servimet y la Secretaría de Obras, que ya elaboran dictámenes estructurales para intervenir muros, pisos, losas y escaleras con un diseño accesible. La zona contará con vigilancia permanente y equipamientos como gimnasios urbanos, juegos pintados, espacios de defensa personal y módulos inclusivos.
La renovación de estos pasos subterráneos busca algo más que iluminación y pintura: pretende convertir lugares olvidados en nodos de comunidad y movilidad. El reto será que la transformación física vaya acompañada de una apropiación real por parte de quienes transitan y viven la ciudad todos los días.
