La violencia en estadios y conciertos dejó de ser un problema aislado para convertirse en una amenaza que pone en riesgo la seguridad colectiva. Con esa premisa, el diputado César Emilio Guijosa presentó una iniciativa que busca modificar el Código Penal local, incorporando como agravante del delito de violencia su ejecución en espacios de alta concurrencia como recintos deportivos, festivales, conciertos y eventos masivos.
El legislador de Cuajimalpa advirtió que la capital no puede llegar al Mundial de Fútbol 2026 sin un marco legal fortalecido. Recordó episodios recientes que exhibieron la fragilidad de los protocolos de seguridad: el altercado en el Estadio Akron de Guadalajara durante la Liga MX y, de manera más dramática, la tragedia del Estadio Corregidora en 2022, que marcó un antes y un después en la historia del fútbol mexicano.
Los datos acompañan la preocupación. De acuerdo con el Censo Nacional de Seguridad Pública Federal y Estatal 2025 del INEGI, las faltas relacionadas con alteración del orden en espectáculos crecieron 268.3% respecto a 2023. Un salto que, según Guijosa, exige pasar de las medidas improvisadas a estrategias preventivas con protocolos profesionales, capaces de contener riesgos antes de que se conviertan en tragedias.
“El costo de no actuar podría ser alto: violaciones masivas a derechos humanos, sanciones internacionales e incluso pérdidas económicas incalculables”, advirtió el diputado.
La propuesta fue turnada a la Comisión de Administración y Procuración de Justicia.