La Generación Z volverá a salir a las calles tras la tensa jornada del 15 de noviembre en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde se registraron agresiones, personas detenidas y el derribo de vallas. El colectivo convocó a una segunda movilización para insistir en demandas de seguridad y justicia, en un contexto marcado por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, que agudizó el malestar entre jóvenes y organizaciones civiles.
La nueva manifestación está programada para el 20 de noviembre a las 11:00 horas. Al igual que en la primera jornada, realizada en más de 50 ciudades del país, la convocatoria en la capital fija como punto de partida la Glorieta del Ángel de la Independencia, desde donde se prevé avanzar nuevamente hacia el Zócalo. Hasta ahora, el colectivo no ha informado rutas alternas ni medidas adicionales de seguridad, y pidió a los participantes mantenerse atentos a sus canales oficiales para evitar confusiones.
Los hechos del sábado dejaron un saldo significativo: 100 policías lesionados, 20 civiles heridos y 20 detenidos, además de otras 20 personas presentadas por faltas administrativas. Asistentes y organizaciones denunciaron que algunos manifestantes no han sido localizados, por lo que hicieron un llamado público para compartir evidencia que ayude a ubicarlos.
En medio del debate público, la presidenta Claudia Sheinbaum cuestionó la autenticidad del movimiento. Señaló que no tuvo un origen genuino y acusó la intervención de grupos opositores con fines políticos. Afirmó además que la convocatoria fue amplificada mediante campañas digitales y el uso de bots, pese a que —reiteró— su gobierno respalda la libertad de manifestación mientras sea pacífica. Según la mandataria, detrás del llamado habría una operación de desinformación financiada con recursos millonarios, lo que añade tensión a una movilización que promete volver a ocupar el espacio público y el centro del debate nacional.
