El agua, recurso vital y cada vez más escaso, también tiene su propio huachicoleo. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reveló que en el país existen 52 mil títulos de concesión con irregularidades: desde permisos agrícolas que terminaron en campos de golf, balnearios o desarrollos inmobiliarios, hasta pozos clandestinos que surten cientos de pipas al día.
La investigación, encabezada por el área de Administración del Agua, revisó más de 536 mil expedientes, un trabajo que expuso fallas en las bases de datos, títulos vencidos, coordenadas mal registradas y un rezago que superaba los 145 mil asuntos. El resultado: miles de concesiones utilizadas de manera fraudulenta, en perjuicio de los campesinos que sí dependen de permisos vigentes para cultivar sus tierras.
Los estados más golpeados por este desorden son Chihuahua, Guanajuato, Estado de México y Michoacán, donde ya se clausuraron 256 pozos ilegales. Algunos abastecían hasta 300 pipas diarias, convirtiendo un bien público en negocio privado. El caso más sonado es el del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, cuya propiedad explotaba agua de forma irregular.
Según Mauricio Rodríguez Alonso, subdirector del área, la dependencia ya recuperó 4 mil millones de metros cúbicos mediante devoluciones voluntarias, clausuras y el programa de tecnificación de riego. Además, un nuevo decreto busca que pequeños y medianos productores regularicen sus títulos en un plazo de tres meses.