La conmemoración del 2 de octubre en la Ciudad de México volvió a teñirse de tensión. Aunque la marcha comenzó de manera pacífica, un grupo de encapuchados rompió con la dinámica y desató enfrentamientos con los elementos de seguridad. Lo que buscaba ser un ejercicio de memoria colectiva terminó con saldo de heridos, saqueos y un detenido.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, informó que el operativo desplegó inicialmente a 500 uniformados de distintas corporaciones, entre ellos policías preventivos, metropolitanos, auxiliares y paramédicos. Todos acudieron con equipo de protección básica y extintores, bajo protocolos que —según la dependencia— privilegian el acompañamiento y no la confrontación.
Sin embargo, los disturbios obligaron a reforzar el despliegue hasta llegar a mil 500 policías. Piedras, palos y objetos contundentes fueron utilizados contra los uniformados, lo que derivó en 94 elementos trasladados a hospitales. La mayoría fue reportada fuera de peligro y se espera que reciban el alta en las próximas horas, aunque tres de ellos permanecen bajo cuidados especiales. En paralelo, los servicios de emergencia atendieron a 29 civiles.
Durante la jornada también se registró el saqueo de comercios, entre ellos una joyería. La policía logró la detención de un hombre señalado por robo y la recuperación de parte de la mercancía sustraída.
Vázquez Camacho subrayó que se trabaja junto con la Fiscalía para identificar a quienes cometieron actos delictivos y abrió carpetas de investigación correspondientes. Además, desmintió los rumores que circularon en redes sobre la supuesta muerte de un policía por quemaduras.
En su mensaje, el funcionario hizo énfasis en que la corporación capitalina “no caerá en modelos del pasado” ni en la represión, sino que busca ser garante del derecho a la libre manifestación y constructora de paz. Aun así, los hechos dejaron claro que el recuerdo del 2 de octubre sigue marcado por la dualidad: entre la exigencia de justicia histórica y la violencia que empaña la protesta.