La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno respetará plenamente la autonomía del Poder Judicial y que no influirá en las decisiones de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). En su conferencia matutina, la mandataria subrayó que no hará llamadas ni buscará orientar resoluciones de los ministros.
“La presidenta no va a llamar por teléfono a algún ministro o ministra para orientar alguna decisión. Ellos son autónomos, profesionales, y van a tomar sus propias decisiones”, afirmó desde Palacio Nacional.
Sheinbaum calificó como un gesto “muy simbólico” la reducción de sueldos anunciada recientemente por los nuevos integrantes de la Corte, así como la apertura del recinto judicial al público en su primer día. “Fíjense el acto simbólico. El primero fue abrir las puertas de la Corte y el segundo, bajarse el salario. Muy, muy simbólico”, expresó.
Al referirse a las críticas que ha recibido la nueva integración del máximo tribunal, Sheinbaum señaló que una parte del rechazo proviene de prejuicios sociales arraigados. “Mucha de la crítica tiene que ver con que un indígena sea presidente de la Corte. Todavía persiste esa idea de que solo ciertos iluminados pueden ser parte del Poder Judicial o del Congreso”, sostuvo.
La mandataria también defendió el proceso de elección y la legitimidad del actual presidente de la SCJN, Hugo Aguilar. “Si las decisiones dependieran de esos círculos tradicionales, probablemente Hugo Aguilar no estaría en la Corte”, apuntó.
Para Sheinbaum, el respaldo a que el Poder Judicial sea electo por voto popular es parte de una transformación mayor que busca acercar las instituciones a la ciudadanía. “Estamos de acuerdo en que el pueblo elija al Poder Judicial”, reiteró.
En un contexto de cambio institucional, las palabras de la presidenta delinean su postura: respeto a la independencia judicial, pero con una visión que promueve mayor participación social en la construcción de la justicia.