La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que su gobierno mantiene conversaciones con autoridades de Estados Unidos para adelantar la reapertura de la frontera al ganado en pie mexicano, suspendida desde julio por la presencia del gusano barrenador. Washington ha planteado noviembre como fecha de reactivación, pero la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) gestiona que ocurra antes.
“El cierre afecta directamente a los productores pecuarios del norte del país, cuya economía depende de la exportación de ganado en pie”, explicó Sheinbaum en la conferencia matutina. México es uno de los principales proveedores de reses vivas hacia EE.UU., con más de un millón de cabezas exportadas al año.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) ha estimado pérdidas por 1,300 millones de dólares y la interrupción de envíos de al menos 650 mil cabezas de ganado. Ante ello, Sheinbaum aseguró que su administración implementó un esquema de respaldo económico para mitigar el impacto.
El programa, dirigido inicialmente a Sonora, Coahuila y Durango, contempla una bolsa de 2,181 millones de pesos, de los cuales 600 millones serán aportación directa del Gobierno federal como inversión no reembolsable. El resto provendrá de recursos estatales y créditos destinados a la engorda de animales y construcción de centros de producción.
La presidenta adelantó que la entrega de créditos comenzará la próxima semana y enfatizó que la medida busca fortalecer la autosuficiencia nacional en carne. “En vez de exportar, se busca que se produzca en México, particularmente ahora con el cierre de la frontera”, dijo.
Sheinbaum subrayó que el objetivo es doble: reducir las pérdidas inmediatas de los ganaderos y, al mismo tiempo, consolidar un modelo productivo más independiente frente a las fluctuaciones del mercado estadounidense.