Shakira se despidió de la Ciudad de México con un concierto que quedará grabado en la historia. La superestrella colombiana ofreció la noche de este jueves su duodécima presentación en el Estadio GNP, cerrando así una serie de recitales sin precedentes que convocaron a 780 mil asistentes en la capital y superaron el millón de espectadores en todo el país.
El Estadio GNP volvió a llenarse con 65 mil almas vibrando al unísono en cada canción. A las 21:50 horas, la artista apareció en el escenario entre luces, pirotecnia y el resplandor de miles de pulseras luminosas que transformaron el recinto en un mar de colores. “Buenas noches México. Mi último concierto en la Ciudad de México. Doce shows en este estadio, ni en mis mejores sueños. Gracias, porque sin ustedes no hubiera sido posible”, expresó Shakira visiblemente emocionada.
El repertorio fue un viaje por su trayectoria: de Estoy aquí y Las de la intuición hasta éxitos recientes como Copa vacía y Acróstico. Los asistentes cantaron y bailaron con clásicos como La bicicleta, La tortura y Hips don’t lie. En un momento íntimo, la cantante recordó los tropiezos personales de los últimos años: “De las caídas nadie se salva. Pero si las mujeres nos caemos, nos levantamos más sabias, fuertes y resilientes”, dijo, recibiendo una ovación ensordecedora.
La noche tuvo invitados de lujo: Danna Paola se unió en Soltera y el Mariachi Gama Mil acompañó a Shakira en Sombras y una versión regional de Ciega, sordomuda, que dedicó a su padre. El clímax llegó con She Wolf y la explosiva BZRP Music Sessions #53, cerrando con energía desbordante.
Más allá de los récords artísticos, su regreso tras siete años de ausencia también dejó una huella económica: impulsó el turismo y generó una derrama millonaria en cada ciudad donde se presentó. Shakira no solo reafirmó su corona como ícono global, también convirtió a México en el epicentro de una gira legendaria.