El inicio de semana comenzó con caos en la Ciudad de México y el Estado de México. Desde las primeras horas de este lunes 27 de octubre, piperos y purificadores de agua bloquearon avenidas y accesos principales para exigir la reapertura de los pozos clausurados en el Valle de México, medida que —aseguran— ha provocado desabasto de agua en hospitales, escuelas y negocios.
Los manifestantes denunciaron que la restricción en el uso de los pozos ha golpeado directamente su sustento, pues muchos dependen de la distribución del líquido para mantener su fuente de empleo. Por ello, exigieron entablar un diálogo directo con autoridades federales para encontrar una solución al problema.
Los bloqueos comenzaron alrededor de las 6:00 de la mañana en puntos estratégicos de la capital y municipios conurbados, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX). Entre los lugares afectados se encuentran:
- Estación Acatitla, Línea A del Metro
- Calzada Ignacio Zaragoza y Ermita Iztapalapa
- Paradero de Indios Verdes
- Metro Martín Carrera (Líneas 4 y 6)
- Avenida Insurgentes Norte y Calzada Ticomán
- Bosque de Aragón y Calzada San Juan de Aragón
- Carretera México–Texcoco
La movilización provocó severas afectaciones viales en el oriente y norte de la capital. Autoridades recomendaron a los automovilistas salir con anticipación o buscar rutas alternas, mientras se restablece la circulación.
Se prevé que a las 17:00 horas se instale una mesa de trabajo en Palacio Nacional, donde representantes del gremio buscarán acordar con el Gobierno de México la posible reapertura de los pozos.
Mientras tanto, la protesta evidenció una crisis silenciosa: la falta de agua no solo afecta a los hogares, también amenaza la operatividad de servicios esenciales y el sustento de quienes dependen de su distribución.
