La escena musical urbana latinoamericana está de luto. Los cuerpos de los artistas colombianos Bayron Sánchez Salazar, conocido como B-King, y Jorge Luis Herrera Lemus, alias DJ Regio Clown, fueron encontrados sin vida en el municipio de Cocotitlán, Estado de México, a unos 50 kilómetros de la capital.
Los músicos habían sido reportados como desaparecidos desde el 16 de septiembre, tras ser vistos por última vez en un gimnasio de Polanco, una de las zonas más exclusivas de Ciudad de México. Días antes, se habían presentado en la discoteca ElectroLab como parte de una gira que los mantenía entusiasmados y cercanos a sus seguidores.
El hallazgo, confirmado por la Fiscalía mexicana el 17 de septiembre, desató reacciones inmediatas en Colombia. El presidente Gustavo Petro acusó que la llamada “guerra contra las drogas” sigue cobrando vidas jóvenes en América Latina. “Asesinaron nuestra juventud en los Estados Unidos Mexicanos”, escribió en redes sociales, mientras pedía una revisión de las políticas que, según él, fortalecen a las mafias en lugar de debilitarlas.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum instruyó a su gabinete de seguridad a coordinarse con las autoridades federales y con la Cancillería colombiana para esclarecer el crimen. Sin embargo, hasta ahora no se ha revelado un posible móvil ni se han identificado responsables.
B-King, de 31 años, originario de Santander, y DJ Regio Clown, de 35, nacido en Valle del Cauca, habían construido una mancuerna sólida en la música urbana, con colaboraciones y proyectos que los colocaban como referentes emergentes. La noticia de su asesinato provocó mensajes de solidaridad de artistas como J Balvin y Jowell, mientras que la DJ Marcela Reyes, expareja de Sánchez, denunció haber recibido amenazas infundadas tras el crimen.
