El arranque de José Medina Mora como presidente del Consejo Coordinador Empresarial marcó un viraje en la relación entre el sector privado y el gobierno federal. Con su llegada, el organismo pretende reactivar una decena de proyectos de inversión —varios de ellos en materia energética— que permanecen detenidos por trámites y definiciones regulatorias. La apuesta es impulsarlos bajo un esquema de inversión mixta, cuyas reglas aún están por definirse.
Medina Mora explicó que, durante su reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum, expuso la urgencia de liberar estos proyectos “atorados” para dinamizar la economía. Aseguró que el diálogo con el gobierno debe enfocarse en mejorar las condiciones para invertir y convertir al sector público en un facilitador y no en un obstáculo. Además, subrayó que el CCE operará como una institución autónoma: ni brazo oficialista ni oposición, sino un actor que busca acuerdos estables.
Tras su elección como candidato único, el nuevo dirigente empresarial adelantó que una de las tareas centrales será presentar una postura conjunta rumbo a la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá. Insistió en que el país debe plantearse como un equipo único frente a Washington y ajustar sus estrategias al contexto actual, donde la volatilidad y los aranceles configurarán el terreno para las próximas negociaciones.
El líder del CCE también llamó a “poner los pies en la tierra” ante un escenario económico que, pese a su dinamismo, mantiene un ritmo de crecimiento limitado. Para revertirlo, dijo, será indispensable elevar la inversión total del país hasta el 25% del PIB, tres puntos por encima del nivel actual.
Entre las prioridades inmediatas mencionó fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas y consolidar los comités empresariales que promueven proyectos en coordinación con el gobierno. El reto, añadió, será convertir la voluntad política y empresarial en resultados concretos que impulsen el desarrollo nacional.
