El Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) conmemora 97 años desde su primer aterrizaje, realizado el 5 de noviembre de 1928 por el capitán Felipe H. García a bordo de un biplano Hanriot, que descendió en la pista 10/28 del entonces Puerto Aéreo Central.
Ese mismo año se construyeron las primeras instalaciones: un camino de acceso desde la calzada México-Puebla —hoy Boulevard Aeropuerto—, un estacionamiento, una plataforma para aeronaves y dos pistas (05/23 y 10/28). Sin embargo, los trabajos se detuvieron temporalmente y fueron retomados en 1929 gracias a un convenio entre la Compañía Mexicana de Transportación Aérea y la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
A lo largo de casi un siglo, el aeropuerto ha experimentado un crecimiento constante en infraestructura, servicios y conectividad, consolidándose como el principal del país. En sus instalaciones han aterrizado presidentes, primeros ministros, sumos pontífices, artistas y millones de pasajeros.
Durante la década de 1930, los sismos de 1932, con magnitudes de 8.2 y 6.9, dañaron gravemente el edificio original, lo que llevó a su demolición. En su lugar se construyó una nueva terminal, inaugurada el 11 de abril de 1939, que incorporó una torre de control y el mural La conquista del aire por el hombre, del artista Juan O’Gorman.
En 1949 comenzaron nuevas obras de ampliación que culminaron en 1952, dando forma a gran parte del edificio que hoy compone la Terminal 1. Desde entonces, el aeropuerto ha sido objeto de múltiples remodelaciones y ampliaciones, superando desafíos como los sismos de 1957, 1985 y 2017, sin interrumpir sus operaciones.
Actualmente, el AICM mantiene su liderazgo como el aeropuerto más importante de México, con conectividad hacia 44 destinos nacionales y 50 internacionales, atendidos por 27 aerolíneas —cinco nacionales y 22 internacionales—, reafirmando su papel como uno de los principales puntos de conexión aérea en América Latina.
