La audiencia de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, volvió a ser reprogramada por un tribunal federal en Estados Unidos. Inicialmente prevista para el 15 de septiembre, ahora se llevará a cabo el 13 de noviembre en la Corte del Distrito Norte de Illinois.
No es la primera vez que el proceso se retrasa. Desde su detención en julio de 2024, ocurrida junto a Ismael “El Mayo” Zambada en un aeropuerto cercano a El Paso, Texas, las fechas se han movido en varias ocasiones: de junio a julio, después a septiembre, y ahora hasta noviembre.
El aplazamiento está ligado a las negociaciones que Guzmán López sostiene con el gobierno estadounidense, en busca de un posible acuerdo de culpabilidad. Su defensa, encabezada por Jeffrey Litchman, ha confirmado que el hijo del fundador del Cártel de Sinaloa explora la misma ruta que siguió su hermano Ovidio Guzmán, quien en julio pasado se declaró culpable en Chicago.
Los cargos contra Joaquín incluyen tráfico de drogas, crimen organizado, posesión de armas de fuego y lavado de dinero. De acuerdo con el calendario judicial, su hermano Ovidio tiene prevista una nueva audiencia para el 9 de enero de 2026, fecha en la que se definirá el camino hacia su sentencia.
El caso también involucra a “El Mayo” Zambada, quien acusó a Joaquín Guzmán López de haberlo entregado a las autoridades, aunque finalmente también aceptó su culpabilidad en Nueva York. A diferencia de Ovidio, cuyo acuerdo contempla cooperación activa con la justicia estadounidense, el de Zambada no incluye esa condición.
La atención de las autoridades norteamericanas se mantiene sobre el Cártel de Sinaloa, considerado una de las organizaciones criminales más poderosas del hemisferio. En paralelo a los procesos judiciales contra sus líderes, Washington ha reforzado los golpes operativos, con decomisos de droga que suman varias toneladas.