Una jornada de tensión en el volcán Citlaltépetl, también conocido como Pico de Orizaba, concluyó con saldo favorable luego de que doce alpinistas fueran localizados y rescatados tras perder contacto durante su descenso. El operativo movilizó a corporaciones de distintos niveles y evitó que la situación escalara a una emergencia mayor en la montaña más alta del país.
Las labores de búsqueda se activaron al confirmarse que el grupo, originario de San Luis Potosí, se encontraba extraviado en la zona glaciar del volcán. En respuesta, participaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla, Guardia Nacional, Policía Forestal y equipos especializados de la Cruz Roja, con apoyo aéreo para ampliar el reconocimiento del área.
De acuerdo con los rescatistas, la localización del grupo fue posible gracias a la intervención de un guía local del municipio de Tlachichuca, lo que permitió orientar las maniobras de alta montaña. Personal de la Cruz Roja del Estado de México realizó el descenso controlado y la atención prehospitalaria. Dos personas presentaron lesiones menores, entre ellas una fractura que requirió traslado, mientras que el resto fue valorado sin detectar daños de gravedad.
Las condiciones climáticas adversas habrían sido un factor determinante en la desorientación del grupo, sumado al desconocimiento de la ruta durante el descenso. A pesar de ello, las autoridades confirmaron que todos los alpinistas se encontraban fuera de peligro.
El caso vuelve a poner sobre la mesa la importancia de la preparación, el acompañamiento de guías certificados y la coordinación institucional en actividades de alta montaña, donde cualquier error puede convertir una expedición recreativa en una operación de rescate de alto riesgo.
