La extorsión, uno de los delitos que más inquieta a comerciantes, empresarios y vecinos de la capital, se colocó en el centro de la agenda del Gobierno de la Ciudad de México. Bajo el lema “Vamos por una ciudad libre de extorsión”, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, presentó una estrategia integral compuesta por 15 acciones para frenar, desarticular y prevenir este delito desde distintos frentes.
Desde el Palacio del Ayuntamiento, Brugada subrayó que el problema exige algo más que operativos aislados. Por ello, la estrategia combina medidas preventivas, acciones policiales y ajustes legales. Los primeros resultados, afirmó, ya son visibles: en lo que va del año se han detenido 234 personas por extorsión y 23 por tentativa, cifras que superan ampliamente las registradas en el mismo periodo del año pasado.
La mandataria recordó que la Ciudad de México fue pionera en endurecer la legislación, al equiparar la tentativa con el delito consumado y permitir su persecución de oficio, lo que facilita intervenir desde el primer contacto delictivo y evitar que el daño se concrete.
Uno de los anuncios centrales fue la creación de un Pacto de Ciudad contra la Extorsión, que se firmará a inicios del próximo año y convocará a sectores clave como comercios, empresas, escuelas, organizaciones sociales e iglesias, con la intención de enfrentar el delito de forma colectiva.
En paralelo, se reforzó la infraestructura preventiva: el número de botones de auxilio se multiplicó de manera significativa, se impulsarán redes vecinales y comerciales, y se lanzará una campaña para fomentar la denuncia sin trámites engorrosos. A ello se suma el fortalecimiento de la videovigilancia, la conexión de cámaras privadas al C5 y el uso de inhibidores de señal en penales.
El mensaje es claro: combatir la extorsión requiere coordinación, denuncia y constancia. El reto ahora será convertir esta estrategia en resultados sostenidos que devuelvan la confianza a quienes hoy viven bajo amenaza.
