Un grupo de cuatro hombres irrumpió en una tienda Coppel en Álvaro Obregón y sometió a los empleados con armas de fuego para vaciar vitrinas y desprender una caja fuerte. La escena terminó con la intervención de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que logró detenerlos dentro del establecimiento y recuperar toda la mercancía que ya habían empacado en un costal.
Los hechos ocurrieron en la zona de San Ángel, donde los agentes fueron alertados sobre un robo en proceso. Al llegar, encontraron las cortinas metálicas abiertas y una puerta semiabierta que daba acceso al interior. Dentro, un sujeto apuntaba con una pistola a uno de los trabajadores, mientras el resto mantenía amagado al personal y destrozaba estantes con herramientas y barretas de metal.
Los policías redujeron primero al hombre armado, quien llevaba un cargador con tres cartuchos útiles. Después avanzaron hacia el fondo del local, donde hallaron a más empleados retenidos y a los otros tres responsables intentando abrir una caja fuerte desprendida con un esmeril. La mercancía que planeaban llevarse incluía laptops, relojes inteligentes, una tableta y consolas portátiles.
De acuerdo con las primeras declaraciones, los agresores aprovecharon la apertura del negocio: tocaron la puerta, empujaron a los empleados al ingresar y comenzaron con las amenazas antes de dirigirse directamente a los anaqueles.
Los detenidos, de 20, 30, 33 y 55 años, fueron puestos a disposición del Ministerio Público junto con el arma, las herramientas y los artículos recuperados. Dos de ellos cuentan con antecedentes penales por robo, lo que vuelve a poner en discusión la eficacia de los mecanismos para evitar que delincuentes reincidan y sigan operando con la misma facilidad.
