En el marco del Día de Muertos, Palacio Nacional abrió sus puertas para celebrar el reencuentro con los antepasados a través de la ofrenda “Cinco altares, un solo sentir”, una instalación que rinde homenaje a las mujeres ancestras cuya sabiduría, arte y lengua dieron forma a la identidad mexicana.
La ofrenda reúne el trabajo y las tradiciones de cinco comunidades indígenas del país, que comparten su cosmovisión sobre la muerte como un ciclo de continuidad entre el mundo espiritual y el terrenal. Cada altar refleja los colores, aromas y símbolos propios de su región, en un gesto colectivo de respeto y amor hacia quienes nos precedieron.
El montaje, dispuesto en los patios de Palacio Nacional, invita a los visitantes a honrar la presencia viva de los seres amados que, según la tradición, regresan cada año para convivir con los suyos.
Entre flores de cempasúchil, copal, veladoras y ofrendas de comida, la exposición reafirma el valor del Día de Muertos como patrimonio cultural de México, reconocido por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Más que una muestra decorativa, “Cinco altares, un solo sentir” se presenta como una expresión de unidad y memoria colectiva, en la que convergen las voces y raíces de los pueblos originarios que mantienen viva una de las tradiciones más entrañables del país.
