Desde las primeras horas de este domingo 5 de octubre, el Zócalo capitalino se convirtió en punto de encuentro para miles de personas que acudieron al cierre de gira nacional de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, con motivo de su primer año de gobierno. Una hora antes de su discurso, la plancha ya lucía completamente llena.
Grupos provenientes de distintos estados y alcaldías de la Ciudad de México comenzaron a llegar desde el amanecer, muchos a pie tras descender del Metro o de los autobuses que los trasladaron desde diferentes regiones del país. En las calles aledañas, como 5 de Febrero, 5 de Mayo y 16 de Septiembre, se observaban mantas que identificaban su lugar de origen, así como banderas de México y del partido Morena, junto con carteles en apoyo a la mandataria.
Desde la tarde del sábado, trabajadores del gobierno capitalino colocaron miles de sillas distribuidas en cuadrantes sobre toda la explanada, siguiendo el mismo formato utilizado en el evento del año pasado. Frente a Palacio Nacional, destacaban los contingentes de distintos sindicatos, fácilmente reconocibles por sus banderas naranjas y blancas con letras rojas.
Para el mediodía, todos los asientos estaban ocupados y cientos de asistentes se congregaban sobre la avenida 20 de Noviembre, donde continuaban llegando familias y grupos organizados. El ambiente se mantenía festivo, con música, pancartas y vendedores ambulantes que recorrían los alrededores del Zócalo.
Como ha ocurrido en actos anteriores de Morena, las calles cercanas al primer cuadro permanecieron llenas de autobuses y microbuses foráneos, estacionados en espera de concluir el evento para emprender el regreso de los asistentes a sus lugares de origen.
El cierre de gira marcó el fin de un recorrido nacional en el que la presidenta presentó los principales avances de su administración. La concentración masiva en el corazón político del país reflejó, una vez más, la capacidad de movilización de las bases que acompañan a la actual administración federal.