La tarde del 2 de octubre, la calma de la colonia Juárez se rompió con un tiroteo entre policías capitalinos y dos presuntos asaltantes que intentaban despojar a un conductor de su camioneta. Lo que comenzó como un atraco en la esquina de Berlín y Versalles terminó en persecución, disparos y la muerte de uno de los implicados.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), agentes adscritos a la Subsecretaría de Inteligencia realizaban un patrullaje rutinario cuando detectaron a dos jóvenes amagando al ocupante de un vehículo. Al marcarles el alto, uno de ellos sacó un arma de fuego y apuntó directamente contra los oficiales. La respuesta fue inmediata: los policías repelieron la agresión y el presunto delincuente cayó abatido. Su arma quedó tendida en el pavimento, junto a su cuerpo cubierto más tarde con una sábana blanca.
El segundo implicado, quien aseguró tener 16 años y ser extranjero, intentó huir, pero fue detenido tras una breve persecución. El adolescente quedó bajo resguardo del Ministerio Público, que definirá su situación legal en las próximas horas.
El secretario de Seguridad, Pablo Vázquez, confirmó los hechos y destacó que la víctima del asalto salió ilesa y ya colabora con las autoridades para formalizar la denuncia. “Nuestros compañeros actuaron en legítima defensa, protegiendo su vida y la de los ciudadanos presentes”, subrayó.
El episodio vuelve a encender la discusión sobre el involucramiento de menores en delitos violentos y el poder de fuego al que tienen acceso. La colonia Juárez, uno de los corredores más concurridos de la alcaldía Cuauhtémoc, fue escenario de un recordatorio incómodo: la violencia urbana se infiltra incluso en zonas vigiladas, y la respuesta del Estado sigue enfrentando un dilema entre contención y prevención.