Claudia Sheinbaum confirmó que viajaría a Washington para coincidir con Donald Trump y el primer ministro canadiense, Mark Carney, durante el sorteo del Mundial de 2026. La presidenta aseguró que busca aprovechar el escenario deportivo para un primer acercamiento político, centrado en la revisión del T-MEC y en definir la ruta comercial de la región. Recalcó que el tratado no está en riesgo de caducar y que la revisión en curso no implica su término.
El encuentro ocurre en medio de fricciones por la política migratoria estadounidense y las declaraciones de Trump sobre intervenir contra el crimen organizado en México. Frente a ello, Sheinbaum reiteró que la relación bilateral se sostiene bajo tres principios: no intervención, cooperación sin subordinación y respeto a la soberanía. Además, adelantó que ambos gobiernos preparan una reunión de seguridad entre equipos de trabajo.
La mandataria realizará el trayecto en un avión de la Secretaría de la Defensa Nacional para reducir tiempos y tendrá una participación breve en la ceremonia, limitada al protocolo del sorteo. También sostendrá encuentros con la comunidad mexicana en Estados Unidos.
El evento reunirá a los tres países anfitriones del Mundial en un intento de proyectar unidad y estabilidad comercial. Mientras México conocerá a sus rivales en la fase de grupos, la ceremonia incluirá presentaciones musicales y el anuncio del nuevo Premio FIFA de la Paz, donde Trump aparece como favorito.
El viaje se da en medio de críticas por su decisión de no asistir a la inauguración del torneo, a la cual cederá su boleto de honor a una niña indígena. En el fondo, la visita funciona como un primer termómetro del rumbo que tomará la relación con Estados Unidos en un momento en el que diplomacia, deporte y tensiones políticas se entrelazan.
