En el arranque de su gira nacional con motivo del primer informe de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo envió un mensaje contundente: la soberanía de México es inviolable y el reconocimiento a los migrantes debe ser parte central de la relación con Estados Unidos.
Durante su intervención, Sheinbaum reveló que solicitó directamente al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, valorar la contribución de los mexicanos y mexicanas que residen al otro lado de la frontera. “Les pedimos que reconozcan a nuestros paisanos, porque no sólo sostienen a sus familias en México, también han impulsado la economía de Estados Unidos”, afirmó ante los asistentes.
La mandataria federal agradeció el trato respetuoso de Rubio hacia México en este primer encuentro, y recalcó que su administración mantendrá siempre la defensa de la comunidad migrante. “Nuestro gobierno está para protegerlos y abrazarlos, pero sobre todo para reconocer el enorme valor que representan. Gobernar para el pueblo significa entrega, honestidad y amor a la patria”, expresó.
Con un discurso cargado de símbolos en el mes de la patria, Sheinbaum evocó la unidad nacional y la dignidad frente al exterior. “Hay un principio que no cambia: la soberanía nacional. Y hoy, más que nunca, gritamos con orgullo: ¡Viva México, viva nuestra independencia, viva nuestra patria!”, exclamó, recibiendo aplausos.
El mensaje de la presidenta no sólo buscó fortalecer la relación bilateral, también reafirmó un compromiso político: que la voz de los migrantes, muchas veces invisibilizada, sea parte esencial de la narrativa oficial. Un recordatorio de que México se construye tanto dentro de sus fronteras como en la labor de millones que lo representan en el extranjero.
