Los rumores sobre una supuesta colaboración entre el Ejército mexicano y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos para capturar a capos del narcotráfico fueron frenados de golpe por la presidenta Claudia Sheinbaum. Desde Palacio Nacional, la mandataria negó categóricamente la versión publicada por la agencia Reuters, que aseguraba que la detención de Ovidio Guzmán en 2023 habría sido resultado de esa cooperación.
“Es absolutamente falso, no es verdad. Lo que existe es coordinación e intercambio de información, nada más”, sentenció Sheinbaum, marcando distancia de cualquier versión que sugiriera operaciones conjuntas entre fuerzas estadounidenses y mexicanas.
Reuters había sostenido que la CIA trabajaba directamente con el Ejército para localizar y detener a líderes criminales, bajo un esquema autorizado por el propio gobierno mexicano. La presidenta rechazó esa narrativa y subrayó que la política de seguridad seguirá basada en el principio de soberanía nacional, sin participación de agencias extranjeras en operativos en territorio mexicano.
En medio de la polémica, Sheinbaum también aprovechó el espacio para anunciar un tema ajeno, pero de alta sensibilidad: el nombramiento de Martha Lidia Pérez como nueva titular de la Comisión Nacional de Búsqueda. “Es una profesional, y fue elegida después de un largo proceso donde varios colectivos estuvieron de acuerdo”, señaló.
El doble mensaje de la mandataria deja ver el pulso de su gobierno: blindar la narrativa frente a rumores internacionales que ponen en entredicho la autonomía del país, y al mismo tiempo, atender la deuda interna con las familias que buscan a miles de personas desaparecidas. Dos frentes distintos, pero ambos igual de exigentes en materia de confianza pública.
