La exalcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, volvió a colocarse en el ojo del huracán tras la rodada que organizó y en la que un joven de 21 años perdió la vida al ser arrollado por uno de los asistentes. Mientras las críticas le exigen asumir responsabilidad, ella insiste en que el accidente no le corresponde y, de paso, lanzó un duro mensaje al periodista C4 Jiménez, quien ha documentado el caso.
En una transmisión en vivo, Cuevas reconoció que responderá por las motocicletas enviadas al corralón, pero se deslindó del fallecimiento. “El muerto, que en paz descanse, fue en Insurgentes (…) entonces, ya Jiménez, déjame en paz, ya bájale de huevos. Te lo digo”, expresó visiblemente molesta.
La confrontación escaló cuando la exfuncionaria acusó al reportero de orquestar una campaña en su contra y lo amenazó con revelar detalles de su vida privada. “Si tú no quieres que yo publique con qué cabrón tú te acuestas, respeta”, advirtió, además de señalarlo como presunto beneficiario de grupos criminales.
El periodista respondió de inmediato en redes sociales: “Señora, de amenazas… de churpias como usted, yo vivo todos los días”, y difundió una entrevista con la madre del joven fallecido, reforzando la cobertura del caso.
El episodio expone dos frentes: por un lado, la exigencia social de que Cuevas asuma al menos responsabilidad moral por un evento que ella misma convocó; por otro, la manera en que la confrontación política y mediática se convierte en un espectáculo paralelo al dolor de una familia que busca justicia. Al final, más allá de las amenazas cruzadas, el tema central sigue siendo una vida perdida que aún espera respuestas.
