La bancada de Morena en el Congreso capitalino decidió abrir un nuevo frente político tras los disturbios registrados en la marcha conocida como “Generación Z”. Su coordinadora, Xóchitl Bravo, anunció la creación de una Comisión Especial de Seguimiento encargada de esclarecer cómo se desató la violencia en la explanada del Zócalo y quiénes estuvieron detrás de los presuntos grupos de choque señalados en redes y testimonios.
La legisladora explicó que el Pleno aprobó, bajo el mecanismo de “urgente y obvia resolución”, un Punto de Acuerdo que permitirá investigar responsabilidades administrativas y posibles implicaciones políticas. Con ello, la Comisión tendrá la misión de reconstruir los hechos y revisar la actuación de autoridades locales.
Bravo también aprovechó para deslindar a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de cualquier acusación de represión. Afirmó que los elementos únicamente realizaron acciones de contención y que varios policías —incluidas mujeres— resultaron heridos tras recibir impactos de piedras, pedazos de pavimento y hasta tapas de alcantarilla. Su mensaje fue directo: condenó la violencia sin matices y acusó a la oposición de “hipocresía” por exigir mano dura en otras marchas, mientras ahora denuncia excesos policiales.
El acuerdo no se limita a la revisión del operativo. Morena impulsó un exhorto a la Secretaría de la Contraloría para investigar denuncias de coacción dirigidas a funcionarios y comerciantes de las alcaldías Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, quienes supuestamente fueron presionados para asistir a la protesta. A partir de estas acusaciones, se pidió a las y los titulares de estas demarcaciones solicitar una licencia temporal que permita avanzar sin interferencias.
Bravo señaló que el documento ya llegó a la Junta de Coordinación Política y que buscarán consensos con todas las fuerzas. Sin embargo, advirtió que Morena está dispuesto a usar su voto ponderado para instalar la Comisión de inmediato. Una vez que entregue su informe final, el organismo se extinguirá.
El mensaje final de la diputada intentó alejar cualquier lectura partidista, aunque el clima político diga lo contrario: “el que nada debe, nada teme”. La disputa, más que aclarar lo ocurrido en la marcha, vuelve a revelar cómo cada episodio social se convierte en una batalla por el relato público.
