En uno de sus últimos movimientos al frente de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero designó a Ernestina Godoy como titular de la Fiscalía Especial de Control Competencial, justo después de que ella dejara su cargo como Consejera Jurídica del Ejecutivo Federal. La decisión no solo la coloca al frente de esa área, sino que la convierte automáticamente en la persona que asume las funciones principales de la FGR ante la ausencia del fiscal general, según lo establece la legislación vigente.
El nombramiento incluye todas las facultades inherentes al cargo y abre la puerta para que Godoy participe en el proceso que iniciará el Senado para elegir a la próxima persona titular de la Fiscalía. Juristas como Jorge Nader Kuri aseguran que no existe impedimento legal para que compita y sostienen que incluso podría convertirse en la primera mujer en encabezar la institución.
La renuncia de Gertz Manero fue recibida por la Mesa Directiva del Senado, donde la mayoría calificó como causa suficiente su intención de asumir una representación diplomática propuesta por el Ejecutivo. La votación dejó ver la fractura política: la oposición rechazó la salida y la acusó de ser un movimiento disfrazado, mientras que legisladores afines al oficialismo defendieron su gestión y aseguraron que la autonomía de la Fiscalía se mantiene intacta.
Aunque la designación de Godoy y la salida de Gertz se aprobaron sin tropiezos, el relevo en la FGR abre un capítulo determinante para el futuro del sistema de procuración de justicia. La próxima elección no solo definirá a la persona que encabezará la institución, sino que mostrará hasta qué punto prevalece la independencia que la Fiscalía presume mantener.
