La Cámara de Diputados recibió una nueva iniciativa que busca transformar la forma en que se organiza el trabajo en México. El Congreso de Baja California presentó un proyecto de reforma a la Constitución y a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que propone reducir la jornada máxima a 40 horas semanales, pero con un rasgo inédito: la posibilidad de que las horas se distribuyan de manera flexible según acuerden empleador y trabajador.
El planteamiento establece que, por cada 40 horas cumplidas, la persona trabajadora tendrá derecho a un día de descanso con salario íntegro. A diferencia de la mayoría de iniciativas que apuestan por dos días libres tras cinco de labor, esta propuesta pone el acento en el límite de horas y en cómo se reparten durante la semana. Con ello, se convierte en el primer proyecto que combina reducción horaria con flexibilidad en su aplicación.
Uno de los puntos que más llama la atención es la incorporación de la llamada prima sabatina. Esta prestación, solicitada de manera constante por sindicatos en los foros de consulta, equivaldría a 25% del salario diario y busca reconocer al sábado como un día destinado preferentemente al descanso, al igual que el domingo.
El documento también plantea eliminar el artículo 60 de la LFT, lo que implicaría desaparecer la división entre jornadas diurna, mixta o nocturna. Hasta ahora, solo existía una propuesta semejante en el Congreso: la del diputado José Alberto Benavides (PT), quien planteó limitar a siete horas la jornada diaria.
Con esta, ya suman trece las iniciativas sobre el tema en la actual legislatura. En paralelo, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social prepara su propio proyecto, el cual retomará ideas surgidas de los foros nacionales. La expectativa es que el debate arranque este mismo año, mientras el gobierno federal ha fijado como meta llegar a la jornada de 40 horas semanales de manera gradual hacia 2030.