El sueño de Cristiano Ronaldo por disputar un sexto Mundial —un récord histórico— comenzó con la misma fórmula que lo ha acompañado durante dos décadas: goles. El astro portugués firmó un doblete en la goleada 5-0 sobre Armenia en el arranque de las eliminatorias rumbo a 2026, estirando su cuenta a 140 tantos en 222 partidos con la camiseta de Portugal y reforzando su trono como máximo goleador de selecciones nacionales.
A sus 40 años, el capitán luso sigue escribiendo capítulos inéditos. Apenas hace unos meses guió a su país al título de la Liga de Naciones de la UEFA y renovó contrato con el Al Nassr. Sin embargo, hay un trofeo que aún se le resiste: la Copa del Mundo. La cita en México, Estados Unidos y Canadá el próximo año representa, probablemente, la última oportunidad de conquistarla y alcanzar a su eterno rival, Lionel Messi, quien levantó el título con Argentina en Qatar 2022.
CR7 no solo busca ese objetivo. En el horizonte inmediato tiene otro récord: convertirse en el máximo goleador histórico de eliminatorias mundialistas. Con 38 anotaciones, está a solo una del guatemalteco Carlos “Pescadito” Ruiz, quien ostenta la marca con 39. Por encima de Messi (37), Ali Daei (35) y Lewandowski (31), el portugués podría romper la cifra en el próximo duelo frente a Hungría en Budapest.
A ello se suma un desafío aún más ambicioso: alcanzar los mil goles en su carrera profesional. Actualmente contabiliza 942 en 1,285 partidos oficiales, con cifras impresionantes en cada club que defendió: 450 con Real Madrid, 145 con Manchester United, 101 con Juventus, 101 con Al Nassr, además de 140 con Portugal.
Cada anotación acerca a Cristiano a una cima que pocos imaginaron alcanzable. Con la mirada puesta en 2026, su legado ya trasciende cualquier estadística: se trata de la persistencia de un jugador que, incluso a los 40 años, se niega a dejar de desafiar los límites de la historia del futbol.